viernes, 8 de febrero de 2013

Actos de fe, esperanza y caridad





Oh Sacratísimo Corazón de mi Jesús, que por tu infinita bondad has preparado para mí el celestial banquete de tu cuerpo y de tu sangre y a él me invitas con voces llenas de amor y de ternura.
Yo creo en Tí, oh Señor, primera e infalible verdad, creo especialmente y con el mayor gozo de mi corazón profeso hoy la presencia real de tu cuerpo y sangre en la Eucaristía, creo que en esa hostia consagrada nada hay de la substancia del pan y del vino, sino Tú solo, Salvador bendito de mi alma.
Espero confiado en que este augusto sacramento que voy a recibir me dará la fortaleza necesaria para acabar felizmente el curso de esta peregrinación y sentarme en el eterno banquete.
Te amor o Jesús, para recompensar siquiera en pequeñísima parte el infinito amor que me mostraste al hacerte hombre, padecer y morir por mi, y sobre todo por haberte quedado con nosotros en el Santísimo Sacramento y dándome en él, prenda segura de la gloria.

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