jueves, 5 de septiembre de 2013

Salmo 137




“Te doy gracias, Señor, de todo corazón,
por haber escuchado las palabras de mi boca.
En presencia de los ángeles tañeré en tu honor,
me postraré en dirección a tu santo Templo.
Te doy gracias por tu amor y tu verdad,
pues tu promesa supera a tu renombre.
Cuando te invoqué, me escuchaste,
y fortaleciste mi ánimo.
Te dan gracias, Señor, los reyes de la tierra,
cuando escuchan las palabras de tu boca;
y celebran las acciones del Señor:
¡Qué grande es la gloria del Señor!
El Señor completará lo que hace por mi!
¡Tu amor es eterno, Señor,
no abandones la obra de tus manos!”


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