Mientras el Señor errante pedía en tu puerta hogar
Para convertirlo en cielo por toda la eternidad
Tú con la puerta cerrada no lo dejabas entrar
Mientras el Señor hambriento pedía en tu puerta el pan
Que luego convertiría en la hostia del altar,
tú, con la puerta cerrada comías el tuyo en paz
Mientras el Señor pedía de puerta en puerta un hogar
Para nacer y salvarte de tu propia soledad
Tú, con la puerta cerrada preferías tu orfandad
Pídele perdón amigo, pídele perdón
Si aún tienes corazón
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