En la Biblia encontramos numerosos textos que nos hablan de la importancia de la Palabra de Dios, la disposición para escucharla y ponerla en práctica. Elegimos dos que nos parecen muy enriquecedores y claros.
"Su madre y sus hermanos fueron a verlo, pero no pudieron acercarse a causa de la multitud. Entonces le anunciaron a Jesús: 'Tu madre y tus hermanos están ahí afuera y quieren verte'. Pero él les respondió: 'Mi madre y mis hermanos son los que escuchan la Palabra de Dios y la practican'."
Lc. 8, 19-21
Para ser discípulo del Señor hay que escuchar y practicar la Palabra. No alcanza con decir Señor, Señor, es decir con proclamarse cristiano; para seguir a Jesús hay que llevar a la vida concreta su Palabra y su enseñanza (Mt. 7, 21 ss)
"Recuerda que desde la niñez conoces las sagradas Escrituras: ellas pueden darte la sabiduría que conduce a la salvación, mediante la fe en Cristo Jesús. Toda la Escritura está inspirada por Dios, y es útil para enseñar y para argüir, para corregir y para educar en la justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto y esté preparado para hacer siempre el bien."
2 Tim. 3, 15-17
San Pablo nos enseña la finalidad del conocimiento de la Biblia: estar preparado para hacer el bien. En la medida que conocemos la Palabra ella nos va abriendo el corazón y nos ayuda a discernir cómo llevarla a la práctica en la vida de todos los días. En los documentos del Magisterio de la Iglesia también encontramos muchísimas referencias al tema. Entre los documentos del Concilio Vaticano II hay uno entero dedicado a la Palabra de Dios: la Constitución Dogmática Dei Verbum.
"Es conveniente que los cristianos tengan amplio acceso a la Sagrada Escritura." Dei Verbum 22
"El Santo Concilio exhorta con especial vehemencia a todos los cristianos, en particular a los religiosos, a que aprendan el sublime conocimiento de Jesucristo (Flp. 3, 8) con la lectura frecuente de las divinas Escrituras. 'Porque el desconocimiento de las Escrituras es desconocimiento de Cristo.'"
Dei Verbum 25
El Papa Juan Pablo II también realza el valor de acercar la Biblia a todas las personas. Pone de manifiesto la eficacia histórica de la Palabra para superar el odio y el egoísmo que genera injusticia y desigualdad entre los hombres.
"Dando a los hombres la Biblia, les daréis a Cristo mismo, que sacia a los hambrientos y sedientos de la Palabra de Dios, de libertad verdadera, de justicia, de pan y de amor. Los muros del odio y del egoísmo, que aún separan a los hombres y los hacen hostiles e indiferentes a las necesidades de los hermanos, caerán como cayeron los muros de Jericó al resonar la palabra de la misericordia divina."
Juan Pablo II
El documento de Puebla, del Episcopado Latinoamericano, nos presenta a la Palabra de Dios como uno de los criterios fundamentales a la hora de discernir una evangelización auténtica y viva, y nos convoca a esforzarnos en su difusión.
"La Escritura debe ser el alma de la evangelización. Pero no adquiere por sí sola su plena claridad. Debe ser leída e interpretada dentro de la fe viva de la Iglesia."
Puebla 372
"Tomar como fuente principal la Sagrada Escritura, leída en el contexto de la vida, a la luz de la Tradición y del Magisterio de la Iglesia, transmitiendo, además, el Símbolo de la fe; por lo tanto, dará importancia al apostolado bíblico, difundiendo la palabra de Dios, formando grupos bíblicos, etc."
Puebla 1001
PARA PENSAR:
Puebla (n° 380) nos dice:
"Algunas actitudes nos revelan la autenticidad de la Evangelización: ...La preocupación porque la Palabra de verdad llegue al corazón
de los hombres y se vuelva vida."
•¿Cómo vivimos esto en nuestra comunidad?
•¿Cómo difundimos la Biblia?
•¿Qué hacemos para que se haga vida en obras concretas?
Marcelo A. Murúa
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