domingo, 17 de febrero de 2013



Jesús en el desierto se miró a sí mismo desde el punto de vista de Dios. Dejó a un lado sus intereses, su comodidad, su egoísmo, y se preguntó sinceramente por el camino a seguir. Su pregunta fue limpia, sin doble intención; como limpia, sincera, transparente fue su respuesta…

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