lunes, 12 de noviembre de 2012
Dime que si...
Entonces, en canastos desbordantes, recogeré todos mis frutos --los que pasan de
maduros y los que están verdes aún-, para volcarlos en tu morada. Porque la estación ya está
muy avanzada y; el pastor, en la sombra, deja escuchar el lamento de su flauta.
El inquieto viento de marzo encrespa las aguas que hasta ayer estuvieron Tranquilas. La
huerta ha dado todos sus frutos. Y en la placidez del crepúsculo, desde tu morada al otro lado
del río, por el lado del poniente, llega hasta mí tu voz.
Dime que sí.. .
Y, entregando mi vela a la caricia del viento, cruzaré el río.
Rabindranath Tagore
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